domingo, 24 de diciembre de 2017

Una nada blanca

Quiso alejarse de la despersonalizada multitud, del colorido de fantasía, del fárrago cotidiano, de los alaridos desquiciados, del rumor citadino, de correr y apresurarse por arribar a metas de cartón pintado.
Había intentado navegar desde los pequeños estanques de la poesía, pasando por los charcos de los cuentos, hasta había escudriñado en los mares de la fotografía. Ella siempre fue amiga del silencio y necesitaba percibir una intensa quietud en el exterior y en el paisaje de su alma.
Replegarse en sí misma, acallar los ruidos que la perturbaban, hasta encontrar ese vacío emocional que opacara imágenes del pasado, que borroneara el futuro hasta convertirlo en una en una nada blanca y que el presente la suspendiera en una tierra de nadie.
Entonces se decidió. Con la única compañía de su mejor amiga, trepó la montaña y allí sí percibió un cielo de escarcha, un suelo níveo que amortiguara su deslizar y un silencio inconmensurable.
Hacia la cima, prodigio de hielo, milenarios susurros que se colaban entre las grietas misteriosas, placas quejumbrosas, alquimia de siglos y el silencio, el monumental silencio.
Cuando el sol bostezaba queriendo irse a dormir, sólo un punto negro en el firmamento se agrandaba cada vez más. Y lo descubrieron: un cóndor solitario acompañaba su soledad y desplegaba sus alas como acariciándolas. Un aire de libertad las abrazó y entonces, el sonido de las quenas, gloria celestial, ocupó todo el espacio. 
El regreso fue una cadenciosa danza en armonía, un regreso al tiempo real, con una energía renovada que fuera recibida desde las entrañas mismas de la tierra.

viernes, 8 de diciembre de 2017

Ojos verdes

Ojos verdes como la albahaca, dice la canción y es tal cual. Miro esos ojos y me sumerjo entre los plantíos de albahaca. Huelo, a bocanadas, el refrescante y botánico olor de mi amado.
Como la albahaca, él es piel salina y es sabroso, suave al tacto, macizo cuerpo de untuosos músculos. Me dejo llevar. Mi mano se desliza por toda su anatomía fuerte. Nos embriagamos con el excitante aroma a albahaca y ahora es áspero sabor de sus labios sedosos, hasta que los cuerpos quedan exhaustos de amor y reposan.
Ese olor relaja los músculos de los amantes que yacen en silencio. El verde de sus ojos está tornándose azul intenso, cuando la noche los cubre.

Ya es hora de preparar la cena. Hoy, un rico pesto con albahaca, ajo, aceite de oliva, nueces y queso. La pasta está servida. ¡A recuperar energías!

domingo, 3 de diciembre de 2017

Evolución

Los tres elementos se funden en una sola imagen: el amonites, la cinta de Moëbius y el hombre del futuro. No puedo evitar pensar en la evolución de las especies.
Un amonites de la Era Mesozoica, ya extinto en el Cretásico, se expone en la vitrina de una lujosa joyería, obra maestra del orfebre.
La cinta de Moëbius, ese raro objeto geométrico, casi mágico, sigue siendo una incógnita y aunque los matemáticos se esfuercen en complicadas ecuaciones, siguen las incertezas.
Desde el hombre de Neandertal, al Homo Sapiens, hasta llegar al hombre del futuro, se sucedieron las teorías; el pensamiento científico y la Teología no logran acordar.
En el cuadro, la cinta tiene en un extremo un amonites y en el otro, al hombre del futuro. Los abraza.

En la sala de exposiciones de una coqueta galería, dos visitantes observan. Desde la izquierda, Darwin, y desde la derecha, Dios.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Lágrimas de cocodrilo.

En los pueblos petroleros, donde abundan hombres solos, siempre se instalan uno o varios cabarets, dependiendo de la densidad poblacional. Es que los hombres que desarrollan esa dura tarea en el desierto, necesitan momentos de esparcimiento. 
Los hay (me refiero a los cabarets) de diferentes categorías. Unos son de lujo, como si hubiesen sido creados para atender los caprichos de los jeques árabes. Y otros, son "piringundines" de mala muerte, al que concurren los obreros de menores recursos. Ambos, (me refiero al tipo de hombres) desean recibir los servicios de atención sexual, a cargo de mujeres que se ofrecen a cambio de dinero.
En la Avenida del Trabajo, el almacén de Ramos Generales, "El cedro del Líbano" vende productos necesarios de todo tipo, como pan, yerba, mamelucos de trabajo, alpargatas. Asimismo, "Women" a pocos metros, en horario nocturno, ofrece a sus clientes los servicios de los que antes hablaba, desde las luces parpadeantes de neón.
A este último local concurrí una vez con mi esposo, porque los muchachos de la empresa habían sido invitados para asistir al show de la cantante y bailarina brasilera, que andaba de gira.
La cuestión fue que, acodados en la barra, se nos acercó una "copera",; así se las llama a las chicas que, por una copa y unos billetes, venden su cuerpo. Raras veces, son cuerpos esbeltos y rozagantes; la mayoría de las veces, se trata de cuerpos maltratados por el tiempo y la miseria.
-Yo no elegí esta profesión -me dijo Denise, entre lágrimas, que se acababa de presentar. -Es la vida la que me trajo por estos lares.
La miré con indiferencia, porque no creía en sus lágrimas de cocodrilo, que se derramaban por unas mejillas resecas como el aire del desierto y por el cuello arrugado, disimulado con una bijouterie de fantasía. Con una mano como zarpa, se recompuso el maquillaje que comenzaba a borronearse. Y continuó.
-Tienes una linda mujer, muchacho, podríamos compartirla. ¿QUé te parece? -Eso le sugirió a mi esposo, como si yo fuera una mercancía de trueque.
Él se quedó mirándola con los ojos bobos de beodo y yo salí corriendo, a respirar el aire puro de la noche. Nadie me siguió y me quedé llorando con auténticas lágrimas de soledad y congoja. 
Me desperté con las estampidas, los frenazos, la gritería y los botellazos contra los adoquines. Una trifulca se había armado. Eran las 6 de la mañana. Escuchaba todo perfectamente desde mi cama, que daba a la pared lindera de un café, situado justo enfrente del cabaret.
-Lo que pasa es que la brasilera no se andaba con chiquitas. Provocaba a todos, y así quedó, tirada en la calle, hasta que llegó la ambulancia -Reconocí la voz de Paco, el mozo del bar, que conversaba con los parroquianos.
-Enseguida se vació el boliche cuando vino la cana, hizo la razzia y se llevó a los clientes borrachos, a dormir la mona a la comisaría. -Supe entonces, que mi marido estaría con sus amigotes.
-Me parece que ésta va a terminar como las otras que pasaron por acá.- Me acordé del caso de la chilena que dejaron en la punta de riel, justo en la frontera.
Antes de dormirme dudé y reflexioné sobre las lágrimas de cocodrilo de Denise, que así califiqué tan prematuramente. ¿O sería tan dramática la vida de las chicas del cabaret?

domingo, 22 de octubre de 2017

Hay miradas...

Hay miradas que endulzan el agua de los colibries y que nos hacen degustar instantes de mermelada y miel.
Hay miradas que guiñan un ojo y nos invitan a aventuras compartidas por caminos polvorientos, por senderos escabrosos y que nos llevan, finalmente, a volar por un cielo de primavera.
Hay miradas complices que derriten los glaciares, que sofocan las verguenzas y provocan impudicias.
Hay miradas abrasadoras que nos abrazan sin mesura hasta sonrojar las mejillas y conmover la compostura.
Hay miradas tan profundas que silencian el jolgorio de los päjaros y detienen el tr{afico citadino.
Hay miradas que se pegan a la piel, que mitigan el dolor y nos besan la frente.
Hay miradas insolentes y perversas en sospechas o desconfianza y no son joyas genuinas.
Hay miradas que estallan en el instante furibundo y, sin permiso, lanzan la flecha envenenada de odio y de desdicha. 
Y yo, sibarita, carpe diem y buen gourmet, me siento a la mesa, me sirvo una ensalada de ojos-perlas, pardos, azules, verdes, cafe o negros, los condimento y los saboreo, pero dejo en el borde del plato las perlas negras falsas, esas libidinosas e indigestas. 

martes, 17 de octubre de 2017

Estrategias escolares

Evaluación de Historia. Fin de trimestre. En primera fila, entreabro las piernas para que el profesor Lanza vea mi bombacha blanca. Sostengo la mirada en sus ojos y humedezco lentamente mis labios.
Hablo de Frederick II y sus amoríos con Voltaire; corren desnudos por el Parque Sanssousi.
Bizco ya, estampa un aprobado en la planilla, y ya.

Anécdotas y transgresiones

Saltar por la ventana a la siesta veraniega.
Pedalear con los pelos al viento.
Callejear montada a la grupa de la burra Catalina.
Enjugar el sudor en el calor calcinante.
Correr por la pradera y acariciar a la oveja negra.
Sumergirse en la laguna, cazar ranas y quitar los huevos rosados adheridos a los juncos.
Disfrazarse de señorita frente al espejo.
Robar los tacones y la cartera de la hermana mayor.
Maquillarse como una pared llena de graffities.
Hurtar ciruelas de la frutería y correr.
Trepar al manzano y morder el fruto prohibido.
Retornar y volver en puntas de pie, entrando por la puerta trasera, sin que se descubran las travesuras.
Infancia feliz.

Tu ausencia

Mirar el horizonte hueco con mis ojos miopes.
Beber la sangre negra de una cicatriz a medias.
Hablar a solas con el viento gélido.
Escudriñar en las aguas quietas de una poza oscura.
Palpar la chapa fría de la indiferencia.
Gritar tu falta contra el paredón y el eco.
Claudicar, detenerme y retomar la ceguera de una búsqueda sin chances.
Saborear el tilo de la soledad y el vino.
Sentir el aroma sideral del polvo de estrellas.
Huir entre las grietas de la tierra cuarteada y sedienta.

martes, 10 de octubre de 2017

Hablemos de literatura y del oficio de escribir.

"No se pregunte, pues, al poeta qué pensó o sintió...Precisamente para no tener que decirlo, compone versos"  José Saramago.
 
Éste no será un discurso académico en el que me esfuerce por demostrar toda mi sapiencia, citando a autores que alguna vez leímos, será una exposición desacartonada y libre. Pido, como vieja docente (no docente vieja) que tomen nota de los temas que les interesan o aquellos en los que quedaron ddas. Mi intención y la de los organizadores, es que al finalizar la exposición generemos un debate entre el público, no un ping-pong de preguntas al expositor, al estilo de los alumnos que ponen a prujeba a "la suplente", No, todo lo contrario. Me refiero a un diálogo entre todos, lectores, profesores, bibliotecarios, estudiantes, poetas, artistas en general, para que podamos enriquecernos mutuamente. 
Remontándome al pasado, yo no sabía por aquellos años, que me transformaría en escritora, porque escritor no se nace, se hace. Releía a Césare Pavese en "El oficio de poeta" y decía así: "La fuente de la poesía es siempre un misterio, una conmovida perplejidads ante lo irracional, tierra desconocida". Y ..."El oficio de poeta está directamente emparentado con el oficio de vivir".
¿Cómo comencé a escribir? Mi nieto, que hoy tiene 19 años me dijo un día, cuando mirábamos una película. "Tenés olor a maestra". ¿Cuál es el olor de una maestra?-le pregunté. -Y, como la de Lengua, como la vieja de Historia -me contestó y siguió enfrascado en la película. Viendo que el diálogo no prosperaba me dije: "Ahí tenés un buen título para un relato" Ya me había jubilado y me había "empachado" de leer textos informativos, normativa, teorías pedagógicas y de gestión  instituional, ansiaba por aquellos años, leer textos literarios, esos que había prescindido por falta de tiempo, y deseaba escribir. Primero fueron textos autoreferenciales, no autobiográficos, sobre todos los temas que me había conmovido, sacudido, en mi trayectoria docente. Luego, fui despojándome de todo eso para dedicarme a otros temas que me preocupaban o que me llamaban la atención; ya más desapasionada, tomé con ironía, con humor otros contenidos y fui buscando un estilo propio.
Debo hablar de literatura, paralelamente de los conceptos del arte y  de la creatividad, del lenguaje yt de los recursos literarios y para ello me apoyaré en cuatro pilares que, a mi entender, sustentan a la literatura y a los escritos. Ellos son: a)la escolarización, b) lo psicológico, c) la socialización y d) la aptitud artística. 
Por supuesto, la escolarización juega un papel importantísimo, ya que un escritor se hace a partir de las muchas lecturas y de lo que ha aprendido en el transcurso de su escolarización, que puede ser básica o muy completa. Sin duda, para escribir hay que contar con las bases teóricas necesarias; de ahí en más, todo contenido será un valor agregado, así como la realización de talleres literarios y cursos  de capacitación. lectuas variadas, sin perder jamás la capacidad de asombro y de observación de la realidad con todos los condimentos. Vale aclarar que, en contadas ocasiones, alguien desescolarizado puede escribir, pero en ese caso, es sólo la intuición, la que lo hace expresar sus emociones. Asimismo, la "universidad de la calle" la universidad de la vida con sus experiencias, nos impulsará siempre a escribir sobre todo aquello que nos provoca admiración, o desdén, incluyendo aquí a los tipos humanos con los que nos encontramos en el trayecto.
No es escritor sólo quien edita un libro, es escritor quien tiene la valentía de exponer sus emociones, sus sensaciones a un público desconocido; es escritor quien se nutre con el intercambio de sus lectores; es escritor quien es capaz de captar la realidad y recrearla; es escritor quien se anima a tratar temas tabúes como el sexo, el abuso de poder, la violencia de género, sin hacer "literatura feminista", a modo de un panfleto, o slogan, o arenga con todos los condimentos de la prensa amarillista.
Hay muchas variables que influyen, entre ellas el contexto, las circunstancias y todos aquellos ámbitos en donde transcurrió la vida, nuestra historia personal y social, con qué personas nos hemos relacionado, cómo han incidido en nuestra vida, en la felicidad, en las alegrías, en las tragedias, en el dolor, por qué lugares hemos transitado, y cópmo cada ambiente geográfico nos ha influido. Debemos preguntarnos también en qué tiempo cronológico han sucedido determinados hechos, y cómo el contexto socio-económico-cultural yt político nos ha marcado, motivos por los cuales, hacemos literatura de compromiso, o simplemente literatura estética. Vale la pena recordar los viejos conceptos sobre las funciones de la literatura como evasión, con función lúdica, con ansias de trascender. Lo cierto es que literatura es inherente al individuo que requiere de su esencia dinámica, esa que será capaz de atacar la blandura de los eufemismos, una que conmoverá a los impertérritos, que moverá las estructuras de lo instituido, hasta derrumbarlas y ésa que, jugando con las palabras, hace volar los peluquines de los funcionarios y borronea el maquillaje de los jueces y la cosmética de los discursos.
Confieso que rechazo, sobre todo, aquellos autores que se suben a la cresta de la ola para escribir sobre el abuso sexual o la violencia de género, porque son temas que están de moda y nos tironeas diariamente en los medios de comunicación. Y eso vende. Lo que es peor, aquellos que hacen catarsis y comercian con esto, porque el morbo de los lectores es grande.
Otros libros pseudo-filosóficos o pseudo-científicos hablan de la neurociencia, de los psicofármacos sí o no, de recetas para ser felices, hasta nos dan técnicas para acariciar a nuestros hijos recién nacidos!... Lamentable. Otros analizan el futuro de incertidumbre y el nefasto "epistemicidio" cuando hay una omnipresencia virtual en todo momento y en todo lugar, donde seres virtuales juegan a ser y no ser realidades, donde los seres humanos sólo se comunican a través del monitor y hasta hacen el amor tras la pantalla. Es momento de preguntarnos entonces si la evolución biológica se verá modificada por la tecnología.
Si cada uno de nosotros ostentamos una personalidad originalísima, así será el estilo de cada escritor, ya que aquí juegan un importante papel el temperamente y el carácter, los cuales nos marcarán para que seamos espectadores o protagonistas en el teatro de la vida, según seamos impulsivos, activos, extrovertidos, sanguíneos o flemáticos, o todo lo contrario. ¿Qué condimentos harán elegir al escritor un determinado género (lírico, narrativo, dramático) en el que se encuentre cómodo? ¿Cuál será el punto de vista del narrador que prefiera? ¿De qué manera optará para exponerse ante el receptor? ¿Se esconderá a través de un personaje ficticio, serán textos autobiográficos, o una mezcla de ellos?
Así como cuando debemos tomar una decisión que podría cambiar trascendentalmente nuestra vida, optaremos por un camino o por otro, deberemos analizar variables múltiples, los pros y los contras, determinar los diferentes puntos de vista, corregir, reescribir; así sucede con la literatura. Habrá preeminencia de tonos almibarados o edulcorados, otros tendrán añoranzas de un pasado que siempre fue mejor, los habrá apocalípticos con un futuro de incertidumbre, esperanzados, o ácidos con humor sarcástico, inocentes e ilusos, furibundos y malvados, con neologismos en el lenguaje, así como amargos por un porvenir nefastos de seres "hologramas". En fin, hay de todo en la viña del señor.
Es sabido que cada individuo tiene aptitudes en las que descuella y sobresale. Sucede que no todos sabemos advertir cuál es esa aptitud hacia lo artístico. Me refiero a aquellos que se destacan en la pintura, o en la música, o en la escultura, o en la fotografía y quienes lo hacen en las letras. Todos ellos, los artistas, desarrollan más el lado derecho del cerebro, el de las emociones. El lado izquierdo escudriña lo racional, eminentemente. Sin embargo, algunos privilegiados son capaces de lograr un balance entre ambos y así nos proporcionan exquisitas obras de arte. Es momento, entonces, de preguntarnos por el valor del arte y de la creatividad, así coo la interdisciplinariedad artística.
Teniendo en cuenta estos cuatro pilares, comenzaré a perfilar el lenguaje y el uso de los recursos literarios para expresarse, lo que llamaremos estilo. Cabe mencionar que, si bien existen ciertas taxonomías para clasificarlos, la literatura contemporánea no ostenta una categoría específica, porque se percibe una mizxtura de géneros y nadie está reglamentando el modo de escribir, eso es elección del propio escritor. Así veremos prosa poética, o lírica narrativa (al estilo de los romances españoles) o bien prosas con preeminancia del lenguaje teatral. Asímismo, dependiendo de esto, habrá quienes escriban con el procedimiento de la narración, con el dinamismo que da la acción. Otros prefieren que los hechos se vayan sucediendo a través de los diálogos o el lenguaje epistolar en todas sus variantes, entonces, estamos frente a textos sumamente ágiles. Por el contrario, en aquellos textos donde hay abundancia de descripciones, se ralentizan los relatos y entre los más poéticos, está la subjetividad y la expresión de los sentimientos como prioriDAD.
Hay ocasiones en que el discurrir de un relato se parece al lenguaje informativo, y eso no está mal, dar objetividad pero sin perder la verosimilitud. Otras veces, el personaje o el protagonista desnuda su personalidad y se abre una narración que es el fluir de la conciencia, donde afloran los miedos, las angustias, los deseos, las esperanzas. Asimismo, según sea el punto de vista del narrador (yo protagonista, yo testigo, yo omnisciente) se perfilará una manera de escribir, porque todo poeta rehace el ritmo interior de sus fantasías. Encontraremos textos realistas que pintan la realidad con todos sus matices, incluso con crudeza. Los textos de ficción o incluso de ciencia-ficción dejar volar la imaginación y aún así, el lector se plantea contenidos y reflexione, porque justamente, un buen escritor debe ser capaz de conmover y a la vez, movilizar las conciencias. Ahí encontramos el mensaje, la intencionalidad del escritor para llegar al lector. Cabe acotar que no se trata de "bajar línea",  o a la manera de los cuentos infantiles, dejar una moraleja, ni que la literatura sea nada más que placer. Allí radica el intercambio y la verdadera comunicación. 
Hablaba de literatura, del estilo y del lenguaje, e implícitamente, de los recursos literarios. No haré una exposición técnica sobre este último tema, pero sí diré que el uso apropiado en cada caso, para producir una obra de harte, hace justamente, la diferencia, esa línea delgada que separa una obra de arte, de aquella que es solamente obra. Me refiero a la calidad estética. Para dibujar, pintar, o escribir, se necesita talento y aptitud artística.
A lo largo de la historia del arte se han sucedido diferentes movimientos literarios. Siempre el nuevo que surge rompe con los esquemas anteriores. Pero hoy, no pretenderemos crear al estilo barroco, por ejemplo. La idea de innovar es muy loable, pero si se hace manteniendo el nivel de creatividad y calidad. En la actualidad, ¿existen obras de arte de calidad, o hay una banalización que valoriza la cantidad sobre la calidad? ¿Qué predomina hoy, la sensibilidad por sobre la razón, o por el contrario, la reflexión por sobre lo subjetivo? Los cambios son siempre revolucionarios y se han ido sucediendo, aunque debemos preguntarnos hoy por la virtualidad y su aplicación social y cultural, la seducción tecnológica, los cambios de paradiga, la decolonización del conocimiento, o el "epistemicidio" del que antes hablaba.
Ya finalizando, y para no aburrirlos, pues, daremos comienzo al intercambio de ideas en el público para retroalimentarnos. Esa fue la idea original.

Muchas gracias.

lunes, 14 de agosto de 2017

Claroscuro



Abajo, el agua fría y negra; arriba, la luz cálida y amarilla. Quiere llegar, no hay soga para aferrarse; se esfuerza para subir; coloca ambas piernas en las salientes irregulares de ladrillos musgosos; se sostiene con un a mano en el hueco que dejó un bloque ausente y con la otra, se topa con la lisura resbalosa. Pedruscos sueltos caen al fondo del agua helada.
No puede avanzar. Si mira hacia arriba, la altura lejana, lo marea; si mira hacia abajo, un círculo concéntrico quiere trabarlo. Sin embargo, asciende un metro, tal vez.
Se tensan los músculos hasta la extenuación. Luego, una mano se desprende y lo hace girar hasta golpear la cabeza en la pared circular. Se toca la frente ensangrentada y sudorosa (es lo único cálido en ese recinto)
Arriba, la luz se está tornando opaca. Son las sombras de la noche que se avecina. Nuevamente se derrumba y cae en la profundidad oscura. Ahora quiere descansar…

Se arrebuja en posición fetal, abre los ojos quietos y palpa la costra seca de una herida. Se revuelve sobre la almohada. Inexplicablemente, ahora está agarrado a la boca redonda del brocal, pero un ser maldito le martillea los nudillos, hasta hacerlo sucumbir.
Cubre su cuerpo exhausto con las sábanas. Por la ventana, se insinúa el alba.

jueves, 3 de agosto de 2017

Una serpiente se confiesa

El encantador de serpientes ahora se dispone a escuchar, como le exige su trabajo. Él casi nunca habla, sólo actúa. Ella sí habla, porque si no lo hace, explota de la peor manera en el momento más inoportuno.
Por aquellos días me dejaba arrullar por tu encanto seductor, sabiendo que no debía involucrarme emocionalmente, que tenías a tu esposa a quien amas infinitamente, y a tus hijas. La amistas es una bella relación, pero cuando intervienen otros ingredientes, surgen celos, no por la familia, sino porque sé que todo ese amor no te alcanza. "Soy hombre". "Soy libre", dices. Te sabes hermoso y no eres capaz de decir que no ante las propuestas femeninas. Me cuentas "Hoy me escribió X, y me parece que está coqueteando"... ¿Por què lo haces? "Eres imprudente" me dices. Lo cierto es que me dije,, "Deberé probar qué se siente al tener sexo con un hombre más joven e inteligente, durante brevísimos días". Sólo eso. "Total, me la banco. Soy libre también yo, veremos".
Y no te alcanzó. Seguramente te sentiste agobiado por tantas atenciones, deseaste la libertar y aceptaste probar otros cuerpos. Un sibarita de la vida. Sentí celos y me arrepentí por haberte acompañado. Te había dicho que viajes solo, si es que planeabas otros encuentros. ¿Te acordás? Me sentí abandonada, antes de que el reloj apure las horas de la despedida. Luego vinieron los versos otoñales y nuestas sillas cubiertas de hojas y dijiste claramente lo que supe... "ya no volverás"
Ya desembuché y me siento aliviada. No te acuso, no confundas. Prometo firmemente no tocar más ese tema. Sé que no hablarás. Lo tuyo es escuchar. Lo mío es escribir. Y seguiré enviándote mis textos literarios (no más confesiones) Me gusta recibir tus comentarios, lo mismo a mí, comentar los tuyos. Licenciado, no quiero recibir su diagnóstico. Te deseo que sigas caminando lleno de plenitud, que te sigan sucediendo "cosas extrañas", porque te hacen feliz. No es para menos, estás teniendo éxitos profesionales y sociales y por la salud, has omprendido el mal que le hacías a los tuyos y has abandonado esa vida sórdida que llevabas y hoy escribes haikus. Y yo también:

Encuentro
Como el árbol y el río,
naturalemente intenso,
breve como un haikus. 

-Ya pe, causita. Chauuuuu!

Ella se va.

La mujer, envuelta en una bruma gris y opaca, se detiene y se vuelve a mirar la aldea que está dejando atrás. Aprieta fuerte la maleta que contiene toditos sus sueños.
El viaje en tren será una experiencia arrebatadora, plena de sustancia, más aún si ese trayecto la iría a depositar en los brazos protectores de su amor y la despojaría de responsabilidades y temores por un destino incierto. Ya en el andén, se pregunta: "¿Me voy por amor o por huír?"
Los tiempos políticos han enlodado todo el entorno, y la persecución y el terror son el pan de cada día. El traqueteo del tren sobre las vías y un largo pitido anuncian ya la partida.
En su cabeza retumba un grito incesante que no logra acallar: "Huyo porque tengo miedo"

martes, 1 de agosto de 2017

Otro lunes
Por lóbregos y húmedos pasillos se apresuran los pasos y anónimos pies ascienden por la boca del subte.Él va entre la multitud y la sola sombra lo acompaña, mientras le murmura amargos presagios y lo tortura con gruesos interrogantes. 
¿Cómo espantar de un manotazo la rutina que, como una sierra, va limando las aristas de su corazón?
¿Cómo no sucumbir a las garras de la tentación?
¿Cómo aplastgar de un solo pisotón al gusano y las babas de espeso silencio?
¿Cómo salir airoso de la contienda sin esquirlas y sin agobio?
¿Cómo eludir la trampa de las telarañas y hallar el camino correcto?
Los mismos papeles se arremolinan y el lunes aúlla cuando la luz verde larga la carrera. En los guiños rojos y amarillos se despereza la madrugada. La niebla cuelga, fofa, de las farolas. La sombra flaca y deforme lo abandona.
Un vaho pegajoso ralenta el caminar, se enseñorea entre la multitud y engulle, a borbotones, la mustia agonía. Un viento caliente los empuja y, como un vómito, los expulsa hacia la ciudad cruel que despierta. 
Ahora, un chaparrón inclemente golpea los paraguas y los adoquines, aunque no puede sacarlo de la modorra, ni quitarle de la boca el amargo tabaco de la soledad y el vino. 

domingo, 18 de junio de 2017

Las manos

He sido una niña "desabuelada" porque no conocí a mi abuelo italiano, pero sí supe sentir cómo, através de mi padre, él nos transmitió los valores tan depreciados hoy: la dignidad por el trabajo, el amor a la familia, el respeto por los mayores y la persecución de los sueños, hasta poder concretarlos.
Veo las manos curtidas del viejo campesino y las imagino como gaviotas blancas, sobrevolando, mientras esparce las semillas en los surcos de la tierra recién arada; esas manos ásperas, endurecidas a fuerza de trabajo, son capaces, sin embargo, de transmitir toda la ternura del universo y el tesón que supimos heredar.
Ahora, sus manos acarician mis mejillas cansadas y secan las lágrimas que brotan de la nostalgia.

Hologramas

Hace unos años ya, la empresa había determinado que los empleados hiciéramos una siesta durante el entreturno en los nichos dispuestos para tal fin en las afueras de la ciudad. Nos trasladaban por el aire encima de la ciudad opaca sobrevolando los altos edificios en los transbordadores rápidos por escasos minutos. 
Lo cierto fue que disponía de una hora y media para dormir o para soñar, pero ese día retomé en mi mente lo que había leído en el libro que mi abuelo tenía en el habitáculo de los desechos; lo había rescatado de la mano de los fumigadores y los recolectores de trastos viejos. El libro era un objeto curioso. Lo que leí me desconcertó y quise vivir las experiencias que contaba, muy comunes por aquellos años, sobre las relaciones humanas.
No volví al trabajo esa tarde. Por el contrario, pedí las coordenadas espacio-temporales de Amneris, le dí las mías y fui a su encuentro. Por las calles los especímenes caminaban cabizbajos y escuálidos sobre las piernas demasiado delgadas; jibas prominentes, cabezas gachas, estiramiento forzado de las cervicales, papadas arrugadas, ojos miopes y pulgares desarrollados más que las falanges flacas y desganadas. Pensé que no huelen, no observan, no sienten lo que me gustaría sentir en la piel, en las manos, en los oídos, en los ojos. Sobre todo, esos individuos se pierden ese contacto tan humano de una mirada que lo dice todo, de auténticas sonrisas, de un abrazo bien apretado. Hasta no llegan a saborear la gloria de un plato de comida en la mesa familiar, ni pueden degustar un buen vino en compañía. Eso contaba el abuelo en el libro.
Hoy preferimos una píldora o un cóctel de diseño que aporte las vitaminas y minerales suficientes, porque estamos muy atareados; el tiempo no alcanza y corremos tras quién sabe qué cosa. ¿Seremos unos desconocidos entre la muchedumbre, navegando por el espacio frío y sideral? ¿Seres ajenos a los sonidos? ¿Ausentes del paisaje, que no dejan huellas?
Desde arriba la ciudad se veía gris de opaca monotoní, donde un sol remolón no se decidía a brillar. Miewntras viajaba hacia Amneris reflexionaba. Ya no hay seres humanos del otro lado. Hacemos el amor a través de la pantalla. Quisiera salir de esta poza de penas, de este charco de nostalgia, beber el agua de la dicha, abanicarme con el aire danzarín, aventar las llamas del deseo, ser chispa de la vida y que el amor tan vehementemente azul  no se escape,otra vez, como el agua entre los dedos.
La casa de Amneris estaba herméticamente cerrada, llamé con la ansiedad de mirarla en lo profundo de sus ojos y adivinar su alma. Abrió la puerta metálica y fría, pero el resplandor la encandiló. Vio a un holograma en su puertra y se retiró temerosa, dejándome afuera. Hubiera querido susurrarle al oído una dulce canción, oler la fragancia de su cuerpo, palpar sus mejillas pálidas, estrechar su cintura  breve, pero me quedé con la soledad en mis manos vacías. 
Entonces, saqué del bolsillo de mi traje cuasi metálico, la carta que había escrito y la deposité en el umbral. También dejé una semilla colorada que simboliza el amor y la vida, un nudo de coihue, que representa la enfermedad y la muerte, y una geoda, que es la eternidad. Me alejé pensando que, siendo yo también un holograma, al menos, le dejé todo el universo condensado, antes de que mi amor se disperse por el cyber-espacio.

miércoles, 14 de junio de 2017

Hologramas o están criando monstruos

El abuelo de mi abuelo, y éste a mi madre, le decía en incontables ocasiones: "Están criando monstruos", cuando llegaba bien dispuesto para contarnos cuentos a nosotros. Mi hermana yyo estábamos obnubilados, pegados al monitor en el cuarto oscurecido. El abuelo decía que éramos hologramas silenciosos que despedíamos luz, la que provenía de la pantalla. Y madre, como toda madre orgullosa de nos, decía que éramos seres de luz.
Supe que el abuelo había sido escritor y que contaba historias en el papel. Solía leer y escribir recostado en una hamaca paraguaya que colgaba a la sombra de un cerezo y que de tanto en tanto, estiraba un brazo y comía los dulces frutos.
Hoy,como hace bastante tiempo, se ha cortado el suministro eléctrico  y no quise esperar hasta que se restableciera con la energía alternativa.  Entonces, fui arrastrando mis delgadas piernas hacia el cuarto de los cachivaches (así lo llamaba madre) antes de que llegue el fumigador y recolector de trastos viejos. 
Busqué un libro escrito por mi abuelo pero no lo hallé, ni fotos. Sí encontré una tela grande y larga, desteñida y engomada. Quise armar una hamaca como la del abuelo. Hice un nudo en la manija de un placard y até la otra punta al tronco seco de un árbol. Dicen que al momento de construir el habitáculo, prefirieron dejarlo para que siga creciendo, entonces dejaron un agujero en el techo, pero después murió. Cuando me senté, llevé también un pergamino, símil hoja de papel y un lápiz,  porque quería ser escritor como el abuelo. La tela cedió y termin`´e en el piso, donde estaban aún los restos de la anterior fumigación. Un olor acre y sulfuroso se hizo muy perceptible.
Escribí unas pocas línes en un lenguaje de signos, doblé la hoja y la guardé en un bolsillo de mi traje cuasi metálico y partí. El transbordador me llevaba por el aire dudoso de la ciudad opaca, donde un sol no terminaba de despertar. 
La casa de Amneris, con quien tenía una conversación en la pantalla, estaba cerrada herméticamente. Llamé porque quería mirarla a los ojos. Ella abrió y enseguida bajó la vista, porque el resplandor la cegaba; quise palpar sus mejillas pálidas, pero el holograma se alejó temeroso. Entonces dejé en el umbral la carta, una semilla de rosa mosqueta que aún conservaba el color rojo (que significa la vida y el amor), un nudo de coihue, que representa la enfermedad y la muerte y una geoda con cristalizaciones de roca, simbolizando la eternidad. Es decir, le dejé todo el universo condensado como muestra de mi amor, antes de que se disperse por el cyber-espacio.

Piadosa escalera

Una rara escalera se ciñe al gran silo metálico que contiene todos los granos del universo, antes de que los agroquímicos aniquilen el maíz, el trigo y demás cereales con los que amasamos nuestro pan de cada día.
Un atleta, eximio escalador y confeso beato, sube esforzadamente la carga en las barricas y vuelca los granos al gran silo. Luego, aprovechando sus habilidades de montañista, baja en rappel. 
Así, solito, va escribiendo la hagiografía de un santo que lucha contra los herejes de las fumigaciones, los pesticidas y los fertilizantes que van, ojos vista, destruyendo nuestro Planeta.

miércoles, 7 de junio de 2017

Y dale... andá borracho a dormir

Ésa es la letra de una cuequita chilena. Me vienen a la memoria algunas frases sueltas que sólo yo puedo hilvanar, y Ud., querido lector, tal vez comprenda.
"Yo puedo, yo soy el dueño de la Mirta, y ella me va a obedecer"

"Por fin tendré algo propio, yo que nunca tuve nada, algo que sea únicamente mío"

"Otro caso de incesto, de abusos" - las dos maestras se miran y coinciden en la misma idea.

"Es que tuve un problema con mi hermana. ¡Bah! con mi hermana, no. Con mi cuñado." -dijo el chico.

"Él siempre decía que no aguantaba más al Basilio cuando se ponía en pedo y le pegaba a la Mirta... pero nunca creí que lo iba a cumplir... José es un chico bueno... conozco a mi hijo... no es un asesino."

"Maté a mi cuñado porque seguía pegándole a mi hermana... al muy turro no le importó el bombo de cinco meses que ella tenía"... "Tendría que borrar esa tardecita de mierda del 30/3/92. Fui y de un solo puntazo en el pecho, lo maté."

"La panza de mi hermana sigue creciendo y Mirta está ahora engordando, hasta tiene una mirada tranquila y me abraza cuando vuelvo de la escuela, y llora, pero son otra clase de lágrimas y se agarra la panza y después se ríe. Yo creo que es porque su hijo pronto va a nacer, que es lo que más quiere en el mundo".   22/4/92.

"Mirta le puso Alfonso José. Ella dice que es por el de la novela que pasan a la tarde. Yo me imagino que José es por mí, pero no..."

"Mañana seré mayor de edad. ¿Y después? ¿Qué será de mi vida, diario?

Dos años después de los sucesos, José, aunque con dificultades, ya estaba en 4º año.
Mientras iba a la escuela, Silvia escuchaba las noticias. Una en particular, la sobrecogió.

"En el predio del Tiro Federal se encontró colgado el cuerpo sin vida de un joven... Se trataría de un nuevo suicidio adolescente".

Ya en la escuela, Silvia y Mabel se encontraron.
-¿Escuchaste la radio?
-¿Es José?
-Sí.

Iris y el amor

La zona ya no es lo que era. De ser una prieta barriada, donde todos los vecinos se conocían y sabían vida y obra de cada uno, pasó a ser una anónima región de presurosos desconocidos que corren hacia quién sabe dónde.
La escuela donde había trabajado ha quedado en el centro del barrio. Una joven que parecía conocida se acerca con dudosa resolución y sonriendo, apenas.
-¡Profe! ¿Se acuerda de mí? Soy la amiga de Iris...
-¡Oh, sí! Te reconozco, Ester. ¿Qué fue de la vida de ella?
El rumor citadino a esa hora del mediodía aumenta más. El paso de los coches policiales, las sirenas, los frenazos, todo impedía la comunicación. Veía los gestos de Ester y los esfuerzos por explicarse, pero nada entendía.
Luego me dio la triste noticia y me llevó a su casa para entregarme un cuaderno, el diario íntimo de Iris de su época del secundario. Una chica de 14 años de aspecto nada atractivo, de semblante pálido, alicaído, sugería cierta congoja. nunca caminaba erguida, como si quisiera ocultar sus pechitos adolescentes. Es más, nunca sonreía... hasta que descubrimos los motivos. Recuerdo claramente esa entrevista con la madre.
Ella contaba, con palabras entrecortadas por la vergüenza y el miedo... "el concubino, electricista... el Erwin... mal llevado... mi chiquita... tan asustada. Y yo... y la plata que no alcanza..."
Hasta que un río de palabras se desplomó en una catarata sonora y potente.
"El Erwin no es el papá de Iris, pero no sé por qué, los días que no trabajaba, porque ahora escasea, o los fines de semana... nos obliga a las dos a que nos dejemos, y a la nena, desde los 8 que empezó, y amí me exige que mire todo lo que le hace, y ella grita, y entonces la sacude y después enchufa los cables que tiene preparados y le da electricidad y ella se queda quietita hasta que termina... yo siempre rezo y le pido al pastor de la Iglesia Pentecostal que me ayude. Ayer canté muy fuerte los cánticos y lloré, pero no sirvió de nada... Y al rato empieza de nuevo y me persigue a mí con esa cosa llena de cables, y yo no me dejo, y rezo fuerte, pero las descargas... y la nena tiene que ver todo, y no podemos gritar, porque sino ese aparato nos da unos sacudones... A vecews el ·Erwin está borracho y no puede ¿vio? Y más se enoja, entonces nos pega a las dos.. siempre es igual... y me animo a contarles porque no aguanto más, y la Iris tampoco, y no sé cómo les conté todo esto, pero sé que ustedes me van a ayudar..."

Ester me cuenta qué fue de la vida de Iris y me espanta corroborar que una vez más las mujeres abusadas se equivocan al elegir sus parejas. Me entrega el diario íntimo. Usted podrá leerlo, Directora. Ella la quería mucho, dijo. Junto con el cuaderno, me entrega un recorte de diario.
En el bar releo uno de los primeros poemas que había escrito Iris.
Mi amor:
cuando me mirás
con tus ojos verdes
yo no te miro,
porque me da vergüenza
pero me imajino
que me amás,
que me cuidás,
que soy tu vida.
Me hacés reír y
necesito estar a tu lado.
Y ver la luna, 
    tomados de la mano.     
                                                                                         Mayo '92.
Hoy me enteré que Gustavo se  cambió de escuela... ya no lo beré más. Pero igual, conocí a Sebas, él es muy simpático, trabajador... Se parece a Gustavo, que ya no está. Me quiere, me adora... sólo hay una cosa que me preocupa... es muy seloso. Desconfía de todo. 
                                                                                                                           
                                                                                                                          Junio '99.

Yo no ando con el vecino, que se parece a Gustavo, pero se enoja cuando me ve charlando con él, mientras lo espero que vuelva del trabajo. Anoche me hizo un escándalo porque tenía puesta la remerita fucsia y la pollera de jean gastado que él me regaló, pero para usarla en casa, no para pasear. 
                                                                                                                        Julio '99.
Mi mamá ahora está tranquila y se la ve contenta. Quiere que tenga un bebé, pero todavía no quiero.
Quería tener un amor que me abrace, que me atienda, y yo, a Sebas también lo quiero. Por eso le hago su comida preferida: milanesas con puré y también postres, poorque aprendí en el taller de cocina del barrio. Flan casero, budín de pan, tortas con toda clase de cositas ricas y también hago dulce de michay y de murra. Siempre escucho por la radio la música que a él le gusta, y a mí también, y bailo.

En la página policial del 22/9/99 se lee: "Tres certeros disparos. Uno en la frente, otro en el pecho, y el tercero en el abdomen"  "Se entregó a la Policía el asesino de la joven, Sebastián Gutiérrez, de 21 años, portando el arma asesina. Declaró ser el culpable de la muerte de Iris Velázquez, hecho acaecido días pasados". 
                                                                                   

sábado, 27 de mayo de 2017

Vértigos

Descolorida secuencia
En esta noche aciaga hablaré de una cadena de sentimientos. La secuencia de tristeza, zozobra y dolor nos lleva inevitablemente a la desolación.
Un charco de nostalgia.
Un tobogán de inquietud.
Una poza de penas.
Un campo de rastrojos olvidados.

Alegría
Me complace presentarles en bandeja a la dicha y al alborozo. Podrán, señores comensales, degustarlas, sin caer en la frivolidad de las cosas baladíes.
Huelan, obsorban, miren, paladéenlas y verán cómo sonrisas, cosquillas y corcajadas festejarán la amorosa vida.

Las hojas secas
Han caído las hojas, se desnudaron los álamos sobre nuestras sillas. Una tristeza amarga se posa en ellas y me dice que ya no volverás.
Luego, las primeras nieves, como un manto de olvido van tapando nuestro secreto. Arriba, la luna turca y una estrella despiden la noche funesta. Queda olvidada una manta que cubrió ese amor fugaz y ahora sé que la verdad duele una vez, pero la mentira, o la verdad a medias, duele siempre. Los copos blancos siguen cayendo, imperturbables.

Una caravana de armonía

Tal vez imaginas un pozo tétrico y hondo de aguas negras, de ladrillos resbalosos, con musgo palpitante. Es un lugar que te oprime las costillas y te sofoca la garganta. El grito no sale, porque ya es un hábito obsoleto y anacrónico; ya nadie escucha, ni osa intentar un pedido de ayuda. De tanto sufrir, el ahogo te empuja a ciertos rincones oscuros del hospicio, donde ahora habitas, con la mirada absorta y retienes y tragas toda la arena del desierto, hasta el último gramo.
¿Y si imaginamos un sitio de ilusión, donde la paz ya no sea una utopía, donde haya rostros fulgurantes de miradas tiernas, de manos que se entrelazan?
Finalmente, una caravana de seres en perfecta armonía parte, el sol alumbra su camino y embellece sus ojos; avanzan despacio por un sendero de luces y caminan cruzando por aguas cristalinas rumbo a la paz.

Aire

Hoy te pienso y coqueteo, planeando como los cóndores, dejándome llevar por una brisa suave, ligera y luminosa, sin matar el fuego del deseo, sin ser un turbión que apague la llama frágil de las emociones. Me estiro hacia arriba, hacia abajo, hacia afuera, hacia adentro. Soplo, bailo, busco, pregunto, respiro. También fastidio rugiendo y aullando hasta atormentar, y no logro encontrar el toque delicado de la inspiración, flotante en la inocencia de los corderos que retozan en la pradera o de las hojas tiernas que creen en su propio destino.
Y así, crezco, haciendo olas en el agua, ondulando los árboles y la arena, abanicando el fuego del hogar, persiguiendo las hojas del otoño y despeinando a las tiernas muchachas juguetonas.

Oda a los cuatro elementos

¡Oh, agua, fuego, tierra, aire!
Son los cuatro elementos 
el sustento de nuestro ser en equilibrio.
Tan necesario, tan imprescindibles, 
como la chispa atrevida en la urgencia,
como la piedra fundante de nuestra casa,
como la brisa fresca del razonamiento,
como la serenidad azul de las emociones.
Uno es la explosión de la energía que estalla en luz.
La otra es la verde y sólida redondez de la naturaleza.
El otro flota con nuestros pensamientos, 
sopla la inspiración o el huracán.
Y la última es la memoria del mar,
el sollozo de la angustia o el fluir de la alegría.
¿Cómo sofrenar la intrepidez roja de cada latino de pasión?
¿Cuál será la llave para construir la solidez del futuro, 
sin quedar mustia por el calor del deseo?
¿De qué modo detener el viento incontenible
que persigue la libertad?
¿Y cómo será la forma del agua que soñamos
sin que se escurra entre los dedos?
Son enigmas de la poesía, la retórica de lo cotidiano.
Vivir un plan cósmico y balancerase sin sucumbir.

Tierra y fuego

Tendida en la hierba veo una bóveda enramada que apenas deja ver el azul del cielo. El bosque umbrío tiene una profusión de verdes que seduce. Y el canto de las aguas libres me acuna. Follaje de flores y semillas. El chillido de un pájaro interrumpe mi ensoñación, las dudas y los miedos.
La tierra es nutrición, fertilidad y plenitud en ese cielo que renace con cada primavera. Siento en mis manos su textura y la sensualidad de todo aquello que vemos, oímos, tocamos, saboreamos, como la sal de las lágrimas que se deslizan lentas por mis mejillas. ¿Por qué? -me preguntan.
Así, como antes fui lodo en el barro de la abundancia, ahora me siento yerma y seca, improductiva. Equilibrar es la clave, ni mucho, ni poco, para no quedar inerte, aburrida y quejumbrosa. Quiero beber el agua de la dicha, abanicarme con el aire danzarín, aventar las llamas del deseo y ser chispa de la vida. Dar calor a la sangre, ser latido del corazón en la intrepidez de la pasión, ser el habitáculo del espíritu y retornar a la tierra, para continuar en ese vértigo circular, indefinidamente.

Agua

Imagino el mar, casi como un espacio inconmensurable que me impide ejercer la libertad. En la pesada espuma de las mareas, en ese vaivén monótono, me desmadejo; las hilachas de anémona y sirena se mecen lentas; tampoco me deja guardar en las oquedades de coral, de madréporas y de cardúmen, mis secretos de fantasía. En esa resaca me abandona entre algas malolientes y pedruscos extraviados.
¿No será que debo estar contenida para no correr desenfrenada, como una loca, cayendo en cascada?
Una rebelde lluvia aporrea los cristales.
Una imperiosa lluvia moja los verdes prados.
Una añeja lluvia arrastra la suciedad de la ciudad inclemente.
Una incansable lluvia lava las ramas de los árboles que miran cómo pasa el tiempo.
Ojalá que un toque de amor me dé la quietud límpida de un remanso, que un susurro secreto del corazón traiga vientos de esperanza, que apague la sed de mi tierra y que un amor tan vehementemente azul no se escape otra vez, como el agua entre los dedos.

sábado, 20 de mayo de 2017

Despedida

Desde un 2º piso del departamento donde vive su amiga, en Messina, ella se dispone a ver el mar en ese atardecer otoñal. Ahí los ve. Se besan con fervor, como si fuera el final de un gran amor; pero no, piensa, es la explanada del puerto. Está llegando el transbordador para cruzar al continenteÚ
No puede dejar de mirar a esa pareja apasionada, no sin un poco de envidia. Últimamente su matrimonio no anda muy bien. Él, de espaldas,  tiene el saco azul un poco arrugado, lleva una bufanda gris, común, los pantalones , gris a rayas, son los mismos que ella ha planchado esa mañana. Distingue esa cabeza inclinada de prolijo corte, que es la misma que unas horas antes había acariciado antes de su partida... ¡Y sí, es su marido! No puede contenerse y grita con toda la fuerza de sus pulmones:
-¡Eh, tú, grandisimo figlio da putana!
 Y se lanza desde el balcón. No alcanza a llegar al agua y su cabeza se parte en mil pedazos sobre la vereda. 
Esta es la historia del grafitti que está en casi todos los paradores de buses, en los paredones de las estaciones de tren, en los malecones de los puertos, como recordando a los adúlteros y a los infieles de toda Sicilia.

domingo, 14 de mayo de 2017

Ya verás

¡Eh, tú! que has preferido
las corrientes subterráneas de un mar embravecido
que te sacude sin piedad.
¡Eh, tú! que has navegado
por los albañales rumorosos entre ratas, fantasmas y
oscuros zaguanes de infieles amoríos,
que has bebido de las charcas quietas
infectadas de mosquitos y de larvas, 
que has saciado tu sed en lagunas tibias
de juncos y de sapos,
que te has sumergido en el fondo de un lago,
donde las garras de un árbol añoso
te lastimaron todavía más,
que has paseado bajo el paraguas de los nenúfares,
junto a la anaconda silenciosa,
que has dejado pasar la corriente y 
no has capturado el barquito de papel.
¡Eh, tú! que has sucumbido en aguas turbulentas y engañosas,
no pretendas acaparar entre tus manos toda el agua del universo.
¡Eh, tú! has pie e impúlsate hacia arriba,
emerge y disfruta del aire fresco,
déjate mecer por la brisa suave que te acuna,
tiéndete en la hierba a contemplar
el bail de las nubes entre el follaje,
purifica tu cuerpo en la cascada que viene de la montaña,
bebe el agua fresca del aljibe,
escucha el murmullo del arroyo y
el canto del zorzal,
insufla tu pecho del aire de la mañana
y abre tu corazón silbando tus melodías.
Ya verás, la vida estará repartiendo
sus flores, su aroma y sus frutos, para tí.

Tras la reja

¿Qué habrá detrás de la colina en ese horizonte amarillo? Sólo sueños, me digo, y le susurro al viento. Confieso que no he sabido modular el enojo, los celos, la ira. Con creces he aprendido que no se puede, siquiera, respirar muy fuerte, porque en el hálito de un suspiro malogramos un instante delicioso y sublime. 
Una molicie blanda descansa como una neblina en la madrugada. Quizás haya prescindido del placer de dejarme llevar por una corriente mansa; tal vez, haya postergado un amor y todo aquello que acaricia el alma y el cuerpo... entonces, sucumbí en el sótano de la desolación. 
No alcanzo a detener el tiempo con un beso y vivo tratando de salvar un poquito de nosotros, de rescatar una mirada, una gota de sudor... Puedo liberar el tiempo o escapar de él; puedo viajar leyendo y puedo sentirlo escribiendo. Es una estrategia, créame.
Así, vocalizo un deseo, escucho una lágrima, articulo una emoción, inscribo una sonrisa triste y añoro al lobo aullando a la luna, para no sentir el amargo tabaco de la soledad y el vino.

Paroxismo

Siente a lo largo de la espalda cómo los dedos de él le recorren vértebra por vértebra, cómo unas yemas suaves le redondean caricias circulares, cómo unos pellizcos pequeñitos le sacuden la cintura, cómo, al darse vuelta, somnolienta, un beso tibio le templa el ombligo, cómo unas manos despejan su cabellera abundante para ver su cuerpo de luna, cómo esas manos fuertes presionan sus caderas, cómo una marea de aguas cálidas le inunda la piel, cómo una corriente eléctrica le sacude las extremidades, hasta las uñas, cómo sus piernas primero aprietan y después se aflojan, cómo su centro se precipita en lentas gotas de placer y se adormece, cómo se detiene todo su cuerpo de melocotón, hasta brillar, como relucen en primavera las flores del duraznero.

martes, 2 de mayo de 2017

El rufián

Un hombre camina apresurado en las cercanías del Callao, inclinándose hacia adelante. Es una silueta sospechosa. Rostro esculpido a golpes, bigote agreste y entrecano y perfil obstinado. Boca desdeñosa y ojos entrecerrados, de mirar desconfiado. En la madrugada escapó por la puerta lateral, cuando llegó el marido de la mujer. Lleva los zapatos en la mano y va mordiendo una manzana que robó de la frutera. Lleva colgada del hombro, la bolsa con el botín de esa noche. No baj´po de un barco pirata, pero se lleva el oro de las señoras, las alhajas de la abuela, las perlas del tesoro y las esclavas de las mujeres cautivas.
Con el clarear del alba, huye entre las sombras, atisba a los perseguidores y en un salto y una cabriola se refugia en la sacristía de la iglesia del centro histórico. Se agacha, aguza los oídos y escucha el retumbo de los pasos en el empedrado; detiene con su mano la respiración agitada y sofrena el potro de su pecho impaciente.
Sus admiradoras lo conocen muy bien, aunque lo aceptan así com es, seductor, infiel y provocativo. Todas ellas reaccionan de diferente manera. Y compiten. Una foto "en la casita del bosque". Las chicas le aconsejan cuidarse de la loba y él responde, que en ese bosque no hay loba. Lo que no dice es que hay en su interior, una dulce abuelita cuentacuentos o una madrastra de cuentos infantiles.
Son estrategias, medias mentiras, verdades a medias, para no develar, para no descubrirse.
-Contame.
-No puedo.
-No sabés con quién me entrevisté...
-Si supieras...
-Esas cosas no se dicen jamás...
-Si te contara... No te imagiás.
-Sólo conoces la punta del iceberg.
-Eres curiosa y muy imprudente...
Sin embargo, sigue coqueteando con todas. Construye historias heurísticas para ejercitar la suma, el conteo y el producto que se da en la variedad y la heterogeneidad de la platea femenina en clandestinidad. Relata con sumo detalle el accionar en el prólogo, en el inicio de la historia y el desenlace es cada vez una elipsis sugerente. Evita explayarse en el nudo central, donde en la trama no se descubren el qué, el quién, el cómo, el dónde, el cuándo y mucho menos el por qué.
Cuando lo detuvieron en una aduana de América Latina, una cualquiera, en su equipaje no llevaba joyas, ni perlas, ni lingotes de oro, ni relojes caros. Le encontraron incontables corazones heridos que destilaban una sangre espesa y amarga, manchando la bolsa marinera. Había canciones, besos de fantasía y un listado de ternura en palabras dulces, como si fuera un catálogos de expresiones para enamorar. En el fondo, un poco humedecida, una foto: dos sillas y una mesa de jardín cubiertas de hojas otoñales y un poema inconcluso: "Otro otoño que llega. Nuestras sillas vacías tiemblan de frío; las tristes hojas siguen cayendo hasta que caigo en la cuenta de que ya no volverás..."

lunes, 1 de mayo de 2017

Terapeutas y diagnósticos

Fiel a su vieja estrategia, el terapeuta está revisando las sesiones diarias. Desgraba, como todos los días, la conversación con su paciente Lili, quien acudió a él para resolver o develar cuáles son las razones por las que sus relaciones sexuales tienen un signo de incompletud en la búsqueda de una pareja, y oscilan entre hombres un tanto mayores, y otros más jóvenes. 
El Dr. Q piensa en la búsqueda del padre, su protección, la seguridad del amor permanente y por otro, las fantasías eróticas y la lujuria con los más jóvenes. Deberá consultar en primer lugar, el complejo de Electra y la mitología griega, y luego, revisar los cuatro gigantes de las emociones del siempre bien ponderado, el imbatible teórico del siglo pasado. (1) Verá cómo juegan en ella la secuencia del miedo, la ira, el sexo y el deber. Piensa que es casi seguro que Lili lo relaciona con el artista, Joan Miró. 
He aquí algunos fragmentos de los diálogos:
-Creo que elegí a Martín porque él ha sido el símbolo de la protección y la seguridad. Ahora que lo pienso... sí, tuvimos buen sexo, en la medida de lo deseable. -Se inclina en el diván y en su voz hay ahora una vibración diferente. -Sin serle infiel he imaginado cómo sería el sexo con parejas más jóvenes... pero me he quedado con la sola fantasía, creando escenas de lujuria en lugares alejados de lo común, más allá del consabido ascensor, o la bañera rebosante de espuma y sales marinas, he pensado en un alfalfar, o en un campo de margaritas o de girasoles, en el colchón de agujas de pino en un bosque umbrío, en la ribera de un río de montaña...
-¿Recuerdas algún deseo trunco con un macho joven?
-Solíamos pasar las vacaciones de mi padre en la casa de mis tíos, que eran floricultores. Mis primos, Mónica y Edgardo, me llevaban uno y dos años, respectivamente. Él tenía los ojos azules, que reían junto con todo su cuerpo atlético y sus labios. Jugábamos entre los invernáculos de claveles y gladiolos, hasta que él nos empujaba en los grandes piletones de agua fresca, donde reposaban las flores recién cortadas, listas para ser llevadas a la feria de los sábados. Mónica se quedaba llorando de rabia. Yo corría, chorreando agua hacia el bosque de pinos. Mi primo Edgardo me perseguía porque sé que admiraba mis tetitas ateridas y adheridas a la camiseta... él quería devolverme el calor... pero...
-Continúa, por fabor.
-Detrás de cada pino, ahí estaba la mirada vigilante de mi papá. -Cambia de tema intespestivamente- ¿Vio Dr. qu`´e hijo de puta ese pelado Cordera, el cantante de la Bersuit Vergarabat? Ahora lo van a juzgar por sus declaraciones en la charla de la universidad. Dijao que muchas mujeres desean ser violadas, porque es la única manera de gozar, qué hijo de puta! -Lili se queda en silencio. El terapeuta analiza cómo el contenido de la charla acopla dos temas, así como en la gráfica, se coloca un título en primera plana y en los recuerdos, los temas relacionados.
El Dr. Q ha comprado el C.D. del grupo de rock, "La argentinidad al palo" y se dispone a escuchar para entender más a su paciente. "Cuatro ebrios se lo llevan, se lo llevan para siempre y pronto vuelve..." Se dispone ahora a comer. Es un sibarita que disfruta de cada plato. Se coloca una gran servilleta blanca y revuelve la ensalada de ira, de miedos, de sexo y de deber, mientras va diseñando el diagnóstico de su paciente. Llaman a la puerta del estudio y le acercan el postre que él mismo ha preparado. Lo denominó "Geoda", porque es una piedra rústica que contiene la belleza del cristal de roca, que es terneza y dulzor. Como él siempre repite: "Endurecerse, sin perder la ternura". 


(1) Emilio de Miró.

miércoles, 26 de abril de 2017

Verdad a medias. Media mentira

Ésta es una historia huerística para adultos. Hay cuentos para matematizar la vida; hay emisores que evitan decir la verdad y hay receptores que se afanan al desafío de descubrir, pero en la conciencia de que saber será, sin duda, una verdad a medias, o una media mentira. Veamos.
Tomemos la medida del tiempo para cumplir una promesa largamente postergada. El tiempo en horas y en minutos para efectuar la entrega, es decir, la aventura. 
El sujeto parte a las 8.30 , va hacia B y regresa al punto de partida a las 13.30, confirmando a los personajes secundarios de esta historia, que la entrega se realizó exitosamente en el lapso de 30 minutos. El recorrido va desde  un punto A al punto B y el regreso, desde B a A, debiendo pasar por dos puntos geográficos de la zona, antes de llegar al objetivo.
Así es que sale a las 8.30 pero a los 5' de caminata, debe volver sobre sus pasos, porque ha olvidado la tarjeta para tomar el bus. Va hacia la parada y espera 30'. Es domingo y los buses pasan cada hora. La caminata posterior hacia el destino B, para realizar la entrega, dura 30'. Desde B, regresa a A, siendo las 13.30.
Como ayuda memoria, ¿podrías realizar una recta numérica determinando horas y minutos y considerando partida, retorno, nueva partida, un trasbordo, tiempo de caminata y regreso? Es conveniente verificar si el recorrido para el regreso es por la misma ruta o se utilizan vías de escape.
A continuación, marcar con una cruz la medida temporal que consideres correcta para el lapso de entrega:
                                                    -10.20 a 10.50
                                                    -10.30 a 11
                                                    -10.40 a 11.10
Cabe consignar que el sujeto encargado de efectuar la entrega es varón. No hay datos sobre el sexo del sujeto que recibe la entrega. Preguntarse si se trata de una entrega abstracta o concreta. Si fuera el primer caso, se trataría de un encuentro de miradas, de pensamientos, de conversación escueta e informativa; en el segundo caso, la entrega es física de cuerpos con culminación líquida. Tener en cuenta el clima emocional y el tono que se percibe en el trayecto de regreso: sentimiento de vacuidad, de tarea cumplida por el varón, o por el contrario, sensación en ambas partes, de plenitud e intensidad.
Otra digresión: en la escritura moderna, los finales suelen ser abiertos y el lector decide cada desenlace, según las pistas dadas. En este caso, el lector deberá crear la trama, es decir, la relación entre A y B, la categoría de la encomienda a ser entregada, la descripción del ambiente exterior y el ámbito interior, así como las emociones de los personajes. Claves de etiquetas: aventura amorosa, clandestinidad, sexo, ansiedad en la espera hasta la concreción del encuentro y los sentimientos de ambos, luego de cumplirse el cometido.
El desafío está planteado. La consigna del taller de escritura en el día de hoy deberá cumplirse en 60'.

viernes, 31 de marzo de 2017

¡A los bifes!

Es inminente el arribo a nuestra ciudad del "papichulo" limeño. Vale la pena destacar que "papichulo" es una palabra aceptada recientemente por la R.A.E., cuyo significado es hombre-objeto de deseo; el susodicho es escritor y destacada catedrático de Matemática y de los juegos literarios, matemáticos y juegos de seducción, entre otros. 
Gran contienda gran. Hoy. Se abren las apuestas. El evento se realizará hoy en el reñidero de barro del Club Libertad. Se enfrentarán en lucha libre a dos rounds en primera instancia, las "pesos livianos" M.P.V. y R.J. En segunda instancia, las "pesos pesados" G..P. y una desconocida en la zona de gran trayectora en estas lides, P.G., alias "Punto G". 
Las atletas pertenecen al ámbito de la pseudo-cultura. "Cultura de sobaco" le dicen, son las que transitan los claustros universitarios con libros debajo del brazo, en busca de pareja, o al menos, pretenden ascender un peldaño en la escala social. Poco seso, mucho músculo. Competirán por el premio "A lo que dé", según dijeron en el reportaje para la Revista "Boxing, lucha y aledaños". 
Entre las condiciones y requisitos se menciona: La contienda durará 10'. Todo vale. Las contrincantes deberán ingresar al cuadrilátero con las uñas perfectamente cortadas. Está permitido el baño de aceite de coco, importado de Costa Rica. El premio será una noche de amor con el objeto de deseo arriba mencionado.
Las entradas ya están agotadas; la platea femenina se apresuró, sin duda. Fueron vendidas en el Centro de Escritores y en la cátedra de Matemática II de la facultad de Ciencias Agrarias; lo recaudado se destinará para fomentar actividades de promoción de la lectura, la comprensión lectora, los juegos matemáticos y el pago de becas a los estudiantes más destacados.
En ocasión de este viaje a nuestro país, el escritor fue abordado por periodistas de diferentes ramas, las letras, las ciencias y el boxeo, ámbitos en los que se desempeña. Este último, desarrollado activamente en sus años mozos. Un individuo aún joven, de estatura mediana, buena estampa, diríamos. Un rostro andino modelado por el viento de las alturas, pero suavizado por las mieles de la cultura. De ojos color café, un tanto suspicaces. Cabeza más grande que lo normal; cejas anchas e incipientes "entradas" en la cabellera abundante, pero prolija. Sonrisa que cautiva, labios gruesos. Se adivina una contextura fuerte debajo del terno gris. Una corbata azul nos habla del cuidado estilo en el vestir. En fin, todo músculo y fibra pero con la ternura indefensa y la intensa pasión por lo que hace. 
Se dispone a la entrevista con buen ánimo y en su voz cascada y ronca, aunque cálida, podemos descubrir los oyentes, un pasado difícil, tal vez sórdido, aventurero de la "universidad de la calle". Tras las respuestas inteligentes y un lenguaje apropiado a las circunstancias del coloquio, se devela un cultor de las buenas lecturas y de mucha academia. Preguntado por sus actividades en el ámbito educativo, puede descubrirse la verdadera pasión por enseñar.
Puede observarse, cvuando se mira detenidamente su rostro (las cámaras están haciendo un primer plano) las huellas de su pasado pugilístico.
-¿Qué puede decirnos al respecto?
-Es así, la nariz chueca se debe a una pelea callejera en los suburbios de Lima cerca del Callao, en mi adolescencia.
-Hemos sabido que usted admira la Argentina y especialmente la Patagonia. ¿Qué actividades desarrollará próximamente?
-Serán charlas, conferencias y talleres sobre la pedagogía, estrategias para aprender Matemática jugando, la promoción de mi libro donde se explica la teoría , la presentación de mi última novela, compartir con amigos, y demás...
-Intuyo que en el "demás" están incluidas las mujeres. ¿Qué puede comentarnos?
.Las mujeres argentinas son muy bellas, elegantes, inteligentes y audaces... y me gustan todas. -Un guiño y una sonrisa nos abarca en un abrazo.
Me quedo pensando cuál será la reacción de muchas que están esperándolo. Si unas utilizan la fuerza física y la violencia para obtener lo que desean, otras despliegan un arsenal de estrategias que andan por la frontera de la moral, lo estético o lo inteletual y así compiten entre sí, todas tras el mismo objetivo. Unas se rebajan al concreto lodo de los submundos y la impudicia y las otras se elevan al cielo de la fantasía y las abstracciones. Unas son sombra de la crueldad y otras son sutiles luminarias de un teatro del absurdo. En el intervalo está el drama de la realidad, a veces cruda, "a punto" o demasiado cocida. Como los bifes argentinos.
Se recuerda que los fondos se destinarán a acciones de inmaculados fines benéficos, tales como el mantenimiento del hogar para mujeres golpeadas, la reparación de la sala de eventos de la cárcel de encausados y la casita donde se alojan los niños abandonados.
Se abren las apuestas, que la función está por comenzar.